Teoría de Elliott Cap 3 (Correcciones Parte II) - Triángulos

Los triángulos suelen ser figuras que generan una gran controversia en la comunidad de analistas técnicos debido al dilema que se genera en torno a que si el patrón cumple o no con las condiciones para ser denominado de tal forma.
En ésta tercera entrega de la Teoría de Elliott intentaremos dilucidar en qué tipo contexto debería desarrollarse un figura de tal magnitud, cuales son las características de las mismas y los motivos por los cuales se produce (tanto desde el punto de vista técnico como operativo).

El triángulo como tal pertenece al universo de estructuras correctivas que implican una debilidad o fortaleza relativa según cual sea la tendencia precedente. En caso de hablar de un movimiento alcista, el triángulo será catalogado como “debilidad relativa” dado que una vez finalizado el mismo, continuará la tendencia de fondo, es decir, será solamente una pausa dentro de un movimiento impulsivo. Por otro lado, si el precio viene en tendencia bajista, dicha parada significará solamente “fortaleza relativa” para luego continuar desarrollando máximos decrecientes.

En resumen y luego de lo expuesto, consideramos que hay dos condiciones importantes que debe cumplir una figura triangular para formarse: 1) Debe existir evidencia clara de tendencia, sea alcista o bajista (análisis de contexto) 2) Antecede el movimiento final de una estructura.

Imaginemos que el precio viene en tendencia alcista, dejando mínimos crecientes con suma claridad, en un momento, el participante que domina, en este caso los compradores, comienzan paulatinamente a recoger beneficios pero lógicamente, éstas ventas no se pueden realizar de forma abrupta porque de lo contrario el precio se desplomaría por completo (aquí comenzamos a ver ésta debilidad relativa o pausa tendencial que mencionábamos en un principio).
Como los compradores consideran que de momento no pueden seguir obteniendo mayores beneficios en estos niveles de precio, venden parte de sus posiciones y aquellos que entran tarde a mercado actúan como contrapartida de los mismos, es decir, compran dichas acciones, contratos, tokens, o lo que se negocie y automáticamente se convierten en “comprados atrapados” o técnicamente hablando “oferta flotante” que impedirá la suba del precio y ante un mínimo desplazamiento alcista querrán vender.

Si bien lo explicado hasta aquí puede sonar sencillo, lo cierto es que los participantes del mercado no conocen de ante mano cuáles serán las intenciones que tiene uno u otro pero lo que sí podemos decir es que, si los profesionales (en términos de Tom Williams refiriéndonos al “Smart money”) están interesados en nuevos máximos, aprovecharán dicha “pausa” para testear el grado de oferta que existe. Entonces, aquí viene una de las claves sobre los triángulos: La identificación prematura e incorrecta del patrón.

Si aquellos que operan sumas exorbitantes, no tienen claro si ésta pausa momentánea será útil para “renovar la demanda” y que nuevos jugadores ingresen a mercado para terminar de absorber las órdenes de venta, la pregunta sería: ¿Es útil marcar un posible triángulo cuando apenas comienza (o creemos que comienza) a desarrollarse? Claramente no, es una pérdida de tiempo.

Lo más sencillo de aprender es su forma geométrica dado que somos seres que abordamos el mundo, primero de forma visual ante todo. Entonces trazo dos directrices, veo que el movimiento comprime, inclusive le agrego la lectura del volumen decreciente (ejemplo de triángulo regular) y cometo el error de nombrar el patrón como una figura de continuación antes de su confirmación.

Vinculado a lo recientemente dicho, no es menor el tratamiento del tiempo. Los triángulos suelen demorar mucho tiempo en desarrollarse, dado que el mismo finaliza una vez que los compradores terminen de absorber las órdenes limitadas de venta y en él mientras tanto veremos todo tipo de engaños, es decir, sacudidas por debajo de la directriz bajista o alcista, patrones internos difíciles de identificar, falsas rupturas, etc.

En tanto, a partir de aquí hablaremos de las cuestiones meramente técnicas que contribuyen a la formación de este patrón. Para empezar, un triángulo se compone por cinco ondas correctivas, es decir de tres ondas cada una, donde, en su gran mayoría serán zig zags (ver Teoría de Elliott Capítulo 2 Correcciones simples - Parte I) y a cada una de ellas las nombraremos como ABCDE.

Sin embargo, aquí ya es necesario hacer una distinción: La Onda C habitualmente suele ser compleja, por ejemplo un doble zig zag (lo veremos en el próximo capítulo), es la que más tiempo lleva en su desarrollo y la Onda E puede ser un triángulo de menor grado en sí mismo, es decir, terminaríamos formando una estructura ABCDE (FGHI) de nueve ondas como la que se vio en la plata entre los años 1973-1978. Aquí queda expuesto, el tiempo que demora en formarse un triángulo.

Elliott identificó y categorizó a los triángulos en cuatro tipos:

Barrera: Se refiere a los triángulos ascendentes y descendentes. El autor consideraba que los triángulos ascendentes se producen sobre todo en tendencias alcistas, es decir, la figura se forma a partir de mínimos crecientes pero el precio se ve imposibilitado momentáneamente a generar un nuevo máximo hasta que finalmente quiebra al alza y continúa con la tendencia de fondo. Por otro lado, los triángulos bajistas aparecen en tendencias bajistas y se forman por máximos decrecientes pero el precio no genera un nuevo mínimo hasta que finalmente quiebra a la baja y da continuidad a la tendencia de fondo.

Contractivos: Simplemente la directriz superior, que une las ondas B-D y las directriz bajista que une las ondas A-C-E tienden a converger en un vértice debido a la disminución paulatina de la volatilidad. Aprovecho para mencionar que en ocasiones la Onda E no llega a tocar la directriz (undershoot) o la rompe momentáneamente (overshoot) para luego sí recuperar el rango de trading.

Expansivos: Funcionan exactamente al revés que los triángulos contractivos, es decir, ambas directrices, tanto la superior como la inferior se expanden debido al incremente del volumen y de la volatilidad.

Running Triangle: Es un tipo particular de triángulo simétrico donde la Onda B se expande más allá de la Onda A generando un nuevo máximo (si hablamos de tendencia alcista) o mínimo (si nos referimos a una tendencia bajista).

Como dijimos en un principio, los triángulos aparen justo antes que finalice un movimiento tendencial por ende lo podremos identificar en las siguientes ondas:
Onda 4
• Onda B
• Onda X (siempre en la última X, es decir, si se desarrolló un WXYXZ, aparecerá en la última X, previa a la Z)
• Ondas 2 como parte de una estructura compleja como doble o triple tres.


Hasta aquí el tercer capítulo de la teoría de Elliott donde intentamos profundizar sobre la formación de triángulos, en el próximo veremos correcciones complejas WXY y WXYXZ, que lo disfruten!
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