El reciente retroceso del Euro a 1,11 dólares refleja las preocupaciones crecientes sobre la economía de la Eurozona y la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) adopte medidas de flexibilización adicionales para respaldar el crecimiento económico. Las decepcionantes lecturas de los índices preliminares de gestores de compras (PMI) en Alemania, Francia y la Eurozona en su conjunto han intensificado estos temores.
En particular, la contracción en la actividad del sector privado de la Eurozona es preocupante. En Francia, el final de los Juegos Olímpicos ha afectado al sector servicios, lo que ha contribuido a una caída en la actividad general. Además, en Alemania, los problemas en el sector manufacturero, especialmente en la industria automotriz, han empeorado la situación. Empresas clave como Volkswagen están experimentando dificultades, lo que ha llevado a una reducción en la producción industrial y a un nuevo descenso en el PMI manufacturero.
Ante estos datos, existe una mayor presión sobre el BCE para actuar de manera más agresiva con políticas de flexibilización monetaria, como la reducción de tasas de interés o la reanudación de compras de activos, con el fin de estimular la demanda interna y apoyar la recuperación económica en la Eurozona. Esto ha debilitado al Euro frente al Dólar estadounidense, que ha mostrado fortaleza debido a las expectativas de estabilidad en la política monetaria de la Reserva Federal y los datos económicos relativamente sólidos de EE.UU.
Este contexto económico también subraya los desafíos estructurales que enfrentan las economías clave de la Eurozona, en particular la dependencia de Alemania en la producción industrial y la vulnerabilidad del sector servicios en Francia. La evolución de estos factores en los próximos meses será crucial para la trayectoria del Euro y las políticas del BCE.
El Euro frente al Dólar (EUR/USD) tiene el potencial de seguir subiendo en el corto plazo, con el nivel de resistencia de 1,12 como un objetivo clave. Las recientes ganancias del Euro se deben en gran medida a la debilidad del Dólar, provocada por el recorte de 50 puntos básicos en las tasas de interés de la Reserva Federal de EE.UU. la semana pasada. Este recorte ha generado una mayor debilidad en el Dólar, aunque algunos analistas sugieren que dicha debilidad podría estar sobreextendida y que el Dólar podría estabilizarse en los próximos días.
Desde una perspectiva técnica, el nivel de 1,12 es una resistencia importante que ha sido difícil de superar en ocasiones anteriores, tanto en agosto de 2024 como a mediados de 2023. Si el Dólar sigue debilitándose, el EUR/USD podría poner a prueba este nivel. Sin embargo, no está claro si el movimiento hacia 1,12 ocurrirá esta semana, ya que la reciente debilidad del Dólar podría ser temporal.
El próximo foco de los mercados estará en los datos económicos clave tanto de EE.UU. como de la Eurozona. Los PMI de septiembre y la encuesta IFO alemana podrían generar algo de volatilidad en el Euro, aunque es probable que el impacto sea limitado, ya que la política monetaria de la Reserva Federal sigue siendo el principal motor de los movimientos del EUR/USD. El viernes se publicará el gasto en consumo personal básico en EE.UU., la métrica preferida de la Fed para medir la inflación. Si la inflación aumenta, como se espera, podría reducir las expectativas de futuros recortes de tasas de interés, lo que podría frenar la caída del Dólar.
En resumen, el Euro tiene el potencial de probar el nivel de resistencia de 1,12 si persiste la debilidad del Dólar, pero cualquier señal de cautela de la Reserva Federal sobre futuros recortes de tasas podría llevar a una corrección en el par EUR/USD. Los datos económicos y los discursos de la Fed esta semana serán claves para definir la dirección a corto plazo.