Empezamos el año 2023 analizando un activo que tal vez sea uno de los protagonistas de los próximos meses. Todo apunta a que el Oro seguirá subiendo las próximas semanas.
Tomamos una pequeña posición en su llegada a los $1890. Si bien nos hizo sufrir más de lo esperado, finalmente este soporte que empezó a formarse en junio de 2020 y que ha servido eficazmente en dos ocasiones en 2021 y 2022 ha acabado empujando el precio al alza.
Tras la superación de la importante media de 30 semanas de Stan Weinstein tomamos una parte adicional en la posición y, tras hacer lo propio con los $1800 completamos la operación al 100%.
El objetivo parece claro: los $2077 deberían ser un precio a tocar a lo largo de los próximos meses. El Oro tiene fuerza relativa, ha batido resistencias importantes y ha dado señal de compra en nuestro sistema. No encontramos motivos para ignorar la señal compradora.
El precio de stoploss lo establecemos por debajo de los $1890 a cierre semanal, aunque de perder su media de 30 semanas ponderada empezaríamos a reducir la exposición de forma gradual.
Para ello hemos tomado posiciones a través de un ETF: iShares Physical Gold ETC. Comentar que, aunque en la primera parte de 2022 tomamos posiciones en el Oro a través del ETC en Euros, esta vez lo hacemos en dólares.